jueves, julio 03, 2014

Lazos de comunicación

La NASA entrega el primero de los dos sistemas de radio Electra para la futura sonda europea ExoMars.

Desde hace más de una década la exploración marciana ya no es una aventura solitaria, justo al contrario la presencia permanente de sondas orbitales en activo juegan hoy día un papel extremadamente importantes para las sondas de superficie, que encuentran en ellas un respaldo en su trabajo que antes, en la época de las Vikings o de la Mars Pathfinder, no podía ni imaginarse. Asi es el caso de la Mars Reconaissance Orbiter, cuyas imágenes de alta calidad, así como los datos de instrumentos como el CRISM (Compact Reconnaissance Imaging Spectrometer for Mars) sigue ofreciendo a los equipos de Opportunity y Curiosity una base sobre la cual se planifican muchos de sus desplazamientos.

Pero donde este respaldo desde las alturas adquiere un sentido más amplio es en el de las comunicaciones, un escenario para el cual la NASA desarrolló lo que se conoce como sistema de radio Electra, que permite a una sonda actuar de relé de comunicaciones entre La Tierra y un vehículo en la superficie, haciéndolas más sencillas y efectivas, y en el caso de las de nueva generación, ayudando a determinar su posición, movimiento y navegación. Desde la Mars Global Surveyor, en 1998, todas y cada una de las sondas enviadas al planeta rojo han estado equipadas con Electra (así como el propio Curiosity) con el objetivo de asegurar esta cobertura, incluida MAVEN, ahora a pocos meses de su llegada.

No solo en vehículos propios, ya que buscando ampliar todo lo posible esa red también encontramos un sistema Electra en la sonda europea Mars Express, en su momento ofrecido por la NASA como parte de una colaboración que ahora tiene una nueva página con la futura sonda orbital ExoMars (2016), en proceso de construcción en las instalaciones de Thales Alenia Space, y que ahora acaba de recibir el primer de los dos sistemas Electra con el que estará dotada, y con la cual ofrecerá cobertura no solo al rover Exomars (2018) sino también a misiones de la propia NASA, tanto las que estén en activo cuando llegue hasta las próximidades de Marte como las futuras, como Insight (2016) y el gran rover previsto para 2020.

Si todo transcurre sin problemas la ExoMars entrará en una órbita circular a unos 400 Kilómetros de altura, parecida a la que sigue Mars Reconnaissance Orbiter, por lo que es perfecta para este papel, puede que incluso más que MAVEN, que será más elíptica.

La NASA abandonó en su momento este complejo proyecto, obligada por razones de presupuesto, dejando a la ESA abandonada a su suerte, lo que finalmente hizo que esta última girara a la mirada hacia Rusia. No totalmente, como ejemplifica esta entrega, aunque dista de compensar una decisión que dejó en el aire la colaboración futura entre ambas agencias, dañada por una decisión unilateral que como es facil imaginar no sentó nada bién entre sus colegas europeos. A pesar de ello esta colaboración, aunque secundaria, es importante de cara al futuro de la exploración marciana, fortaleciendo los lazos entre los diversas sondas así como los existentes entre estas 2 grandes agencias espaciales, en su momento dañados por una decisión como mínimo discutible.

La ExoMars Trace Gas Orbiter en pleno proceso de construcción en las instalaciones de Thales Alenia Space, en una imagen tomada este pasado Junio.

El proyecto ExoMars, inicialmente una colaboración entre la NASA y la ESA, pero que el abandono de esta primera hizo que se buscara la colaboración de Rusia. 

NASA Radio Delivered for Europe's 2016 Mars Orbiter

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