jueves, agosto 07, 2014

El despertar del gigante dormido

Grandes tormentas se manifiestan sobre el rostro de Urano.

En 1986 las cámaras de la Voyager 2 nos mostraron por primera vez su aspecto a corta distancia, y en cierta forma representó una pequeña decepción, un disco casi sin detalles distinguibles, lejos de las turbulentas atmósferas que le dieron la bienvenida en Júpiter y Saturno. Solo posteriormente, cuando sus fotografías fueron tratadas para resaltar más los detalles salieron a la luz su estructura climática, sin duda extraña dada la anómala inclinación de su eje, tan inclinado que, literalmente, se mueve por su órbita "tumbado", con uno de sus polos apuntando directamente hacia el Sol durante los Solsticios. Esa era la situación durante el sobrevuelo de esa sonda, y eso se tradujo en un planeta aparentemente en calma.

Primavera y Otoño suelen ser estaciones turbulentas de La Tierra, dada su naturaleza como etapas de transición entre la luz y la oscuridad, el calor y el frío, y eso mismo ocurre, en mayor o menos medida, en todos los mundos con atmósfera mínimamente densa y un eje de rotación con un cierto grado de inclinación. Urano, que tiene mucho de ambas cosas no es una excepción, y cuando se aproximó a su Equinoccio, en 2007, hicieron aparición las grandes tormentas, la más famosa de las cuales fue conocida como "Berg", visible justo por debajo de la bruma polar, y que se asemejaba a un iceberg desprendido de una plataforma de hielo. Moviéndose entre las latitud  32º y 36º Sur desde el año 2000 y 2005 (aunque es posible que ya estuviera ahí cuando paso la Voyager 2), experimentó diversos aumentos de brillo y en 2005 comenzó a emigrar hacia el ecuador, donde se convirtió un potente sistema de tormentas que terminó por disiparse en 2009.

Sin embargo Urano no parece haber terminado de mostrar su nuevo y agresivo aspecto, y así se lo hizo saber a los astrónomos del observatorio WM Keck con la aparición, en imágenes tomadas durante los primeros días de Agosto, de una especular serie de tormentas, la mayor de las cuales parece superar a la desaparecida Berg. No se puede estar seguro de cuando se formaron, ya que evidentemente ni este ni ningún otro observatorio mantiene una vigilancia constante de este ni ningún otro planeta, dada la apretada agenda que deben afrontar, pero está claro que su aparición es relativamente reciente: "Siempre estamos ansiosos por recibir las primeras imágenes de un planeta cuando lo fotografiamos por primera vez en una sesión de observación, ya que no sabemos con qué fenómeno nos va a sorprender", comentó Imke de Pate, líder del equipo de observación."Esta característica extremadamente brillante observada el 6 de agosto me recuerda a una tormenta observada en el hemisferio sur de Urano durante los años previos al equinoccio y durante el mismo".

"La actual tormenta es aún más brillante que la Berg. Su morfología es bastante similar, y el equipo espera que también puede estar vinculado a un vórtice en la atmósfera más profundo" explicó Keck. Sobre la base de lo brillante aparece la tormenta, los investigadores creen que debe estar llegando a lo alto de la atmósfera, tal vez acercándose a la Tropopausa. Nada mal para el aparente gigante dormido que recibió a la Voyager 2.

La casi aparente falta de datalles en la atmósfera de Urano. Solo aplicando filtros para darle mayor resolución su estructura se hizo visible. En ese momento era un planeta relativamente tranquilo.

Berg en todo su esplendor, ahora superado.

A partir de lo que habíamos visto en Júpiter, y en menor medida Saturno, se imagino un planeta muy parecido en su comportamiento atmosférico. En ese momento, en pleno Verano meridional, la realidad era un planeta mucho más tranquilo, sin duda "aburrido" desde el punto de vista visual.

 
La extraña situación de Urano, con su eje de rotación inclinado 97.7º, hace que uno de los polos apunte directamente al Sol y otro vive en la más completa oscuridad durante años durante los Solsticios. Esta era la situación en 1986. En 2007 llego al Equinoccio, lo que se tradujo en una mayor turbulencia atmosférica y la aparición de grandes tormentas, algo que aún, con pausas, parece estar ocurriendo. 

Power Up! Distant Uranus Sees A Storm Surge Of ‘Monstrous’ Proportions

Observada una gran tormenta en Urano

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