lunes, febrero 16, 2015

El día después

Explorando las imágenes de Cassini con nuevas técnicas.

En Septiembre de 2017 su larga odisea por el sistema de Saturno afrontará su inevitable final, cuando será enviada hacia su atmósfera para que se desintegre, evitando así que en un futuro, ya fuera de servicio y orbitando sin control, terminara impactando contra alguna de sus lunas, especialmente Titán y Encelado, con grandes posibilidades desde el punto de vista astrobiológico, y las contaminara. A partir de ese día dejaremos de recibir nuevas imágenes, marcando el final de una edad dorada en la exploración interplanetaria, pero el total enviado es tan gigantesco que durante años se seguirán estudiando, realizando nuevos descubrimientos. Los últimos hallazgos sobre Europa, la luna joviana, realizados a partir del reanálisis de las viajas imágenes de la Galileo, son un claro ejemplo de ello.

Durante 10 años el radar de la Cassini ha cartografiado casi la mitad de la superficie de Titán, revelando vastas extensiones cubiertas de dunas de arena, y sondeado las profundidades de los mares de hidrocarburos. Este sistema permite desvelar lo que se esconde debajo de la capa de niebla que rodea a esta luna, y que de otra forma sería casi invisible, pero el resultado son imágenes granuladas, llena de "ruido" que puede hacer difícil para los científicos interpretar las características a pequeña escala o identificar los cambios que se producen en una misma área en diferentes momentos. ¿Hay alguna manera de que se puedan ver mejor?

La respuesta es afirmativa, gracias a una técnica recientemente desarrollada para el tratamiento del ruido en las imágenes de radar de Cassini. Denominada por sus desarrolladores como "eliminación de puntos", utiliza un algoritmo para modificar el ruido, produciendo imágenes de la superficie mucho más claras y fáciles de ver que a las que estaban acostumbrados hasta ahora los científicos y el público en general. "Esta es una técnica increíble, y han hecho un gran trabajo al mostrar que podemos confiar en que no pondrá características en las imágenes que no son reales", explica Randy Kirk, del equipo Cassini. Aunque de momento su aplicación será limitada. "Se necesitan muchos recursos informáticos, y por el momento se necesitan ajustes para obtener los mejores resultados con cada nueva imagen, así que por ahora preferíamos utilizarla sólo en las más importante - o más desconcertantes - imágenes".

Sus desolladores han demostrado ya que se pueden producir mapas en 3-D con mucho mejor calidad. Con una visión más clara de los canales fluviales, costas marítimas y dunas azotadas por el viento, los investigadores también serán  capaces de realizar un análisis más preciso de los procesos que conforman la superficie de Titán. Y sospechas, cuando se analizó por separado, que este ruido puede contener información acerca de las propiedades de la superficie y del subsuelo. "Esta nueva técnica ofrece una nueva mirada a los datos, lo que nos ayuda a comprender mejor las imágenes originales", explica Stephen Wall, líder del equipo de radar de Cassini."Con esta nueva e innovadora herramienta, vamos a buscar detalles que nos ayuden a distinguir entre los diferentes procesos que dan forma a la superficie".

Esta nueva visión de Titán son un perfecto ejemplo de como datos e imágenes tomadas hace tiempo pueden ser revistadas una y otra vez, a medida que el avance en las técnicas de tratamiento, así como la creación de otras nuevas, permite extraer aún más información y develar nuevo detalles, como si se tratara de sondas virtuales, que, como en su momento la sonda real, sobrevuelan los extraños paisajes de este mundo extraordinario. Y seguirán ahí, visitándolo una y otra vez, mucho más allá del final de la propia Cassini, realizando nuevos descubrimientos y desvelando nuevos detalles años después de que esta se haya convertido ya en un recuerdo lejano. Así de inmenso, así de maravilloso, así de extraordinario es su legado científico.

Vista en perspectiva de la región cerca de la costa oriental de Kraken Mare. Los científicos han utilizado aquí una técnica llamada radargrametría para determinar la altitud de características de la superficie, con una resolución de aproximadamente 1 kilómetro. La altimetría revela que el área es suave, con una diferencia máxima de 1,2 kilómetros de altura. La topografía también muestra que todos los canales fluyen cuesta abajo. La presencia de lo que los científicos llaman "knickpoints" - lugares en un río donde se produce un cambio brusco en la pendiente - podría indicar la estratificación en el lecho de roca, mecanismos de erosión o la forma particular como la superficie responde a eventos súbitos, como inundaciones que siguen a las grandes tormentas. Uno de tales knickpoints es visible justo por encima de la esquina inferior izquierda, donde se ve un área de pistas brillantes 

Ligeia Mare, uno de los mares de hidrocarburos grandes en Titán. La eliminación de puntos mejora la visibilidad de los canales que fluyen hacia el.

Leilah Fluctus (55 grados de latitud norte, 80 grados oeste). Con el ruido suprimido, el patrón general de claridad y oscuridad en la escena se hace más evidente. Determinadas características, en forma de cono cerca de la parte inferior derecha, que podrían ser análogos aluviales en Titán - características producidas por la acción de los ríos o inundaciones.

Los tres imágenes más a la izquierda muestran bahías y penínsulas de tierra en Ligea Mare, mientras la situada más a la derecha muestra una red de valles a lo largo de Jingpo Lacus. Por debajo de ellas el resultado de aplicar esta nueva técnica, con una mejora más que evidente. 

A New Way to View Titan: 'Despeckle' It

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