martes, octubre 11, 2016

Luces y sombras de la pequeña Mangalyaan

La sonda india a Marte cumple dos años en órbita, pobre en resultados científicos pero plenamente exitosa como prueba tecnológica.

Es la "hermana pobre" de la actual flota de sondas orbitales marcianas. Con un conjunto de instrumentos limitado y con un presupuesto que aún lo era más (especialmente si se la compara con sus ricas compañeras), significó el primer salto interplanetario de La India, su primer salto más allá de la Tierra. Y la primera vez que su tecnología se ponía a prueba en algo así. Esa era su misión principal, y esta se cumplió plenamente hace dos años, cuando después de una arriesgada maniobra de inserción orbital marciana, que se hizo en la sombra del planeta, sin contacto alguno con nuestro mundo. Para la ISRO fue sin lugar a dudas el momento culminante de todo el viaje. Y en general para el mundo, ya que desde entonces lo que sabemos de ella es relativamente poco. La política de publicación de datos e imágenes seguida por los científicos de la misión, lenta y poco clara, tampoco ayuda.

Pero aunque no lo parezca, Mangalyaan, en una órbita extremadamente elíptica (343 x 71,191 Kilómetros) sigue en activo. Todo sigue funcionando correctamente, lo que de hecho marca el auténtico éxito de esta sonda. Y se espera que aún lo esté unos años más. Para la aún joven tecnología india, es un logro extraordinario. Su carga de instrumentos científicos, por su parte, no han dejado de tomar mediciones, tanto de la superficie como de su atmósfera, aunque marcados por una gran decepción: La no detección de Metano por parte del MSN (Methane Sensor for Mars), sin lugar a dudas el que era el objetivo científico más interesante y mediático de la misión. Eso no significa que no exista (Curiosity ya demostró su presencia de forma definitiva), sino que el instrumento no es lo suficientemente sensible para ello. Toda una lección para la futura Mangalyaan 2.

De todo lo ofrecido hasta ahora, son las imágenes de la MCC (Mars Color Camera), no especialmente potente en comparación a colosos como Mars Reconnaissance Orbiter, pero con la ventaja de poder tomar fotografías desde una posición lo suficientemente alejada como para tener una visión de todo el globo marciano, y desde ángulos inéditos, todo ello imposible para esa primera. Y al mismo tiempo con la suficiente resolución, no solo para dar lugar a panorámicas espectaculares, sino también para ofrecer información. Igualmente resulta suficientemente potente para tomar instantes con cierta resolución durante los pasos más cercano. Todo ello es valioso, ya que permite comparar lo observado con lo obtenido por otras misiones.

El resumen de estos dos años es, por tanto, de éxito con "peros", especialmente la no detección de Metano, posiblemente por no ser suficientemente sensible a las cantidades presentes, y una publicación lenta de nuevos resultados. Pero que esta sonda siga operativa después de estos dos años y con visos de seguir estándola unos años más, teniendo en cuenta su carácter de misión tecnológica, es ya todo un triunfo para un país como la India, y por extensión de otras naciones que sueñan con hacer ese mismo camino, allanando el camino a aquellas sondas que vendrán siguiendo el camino que ella abrió en su día. 

Marte visto por Mangalyaan durante su paso por el punto más alejado de su órbita. Se pueden observar con claridad los grandes volcanes del planeta, con Olympus Mons cerca del terminados, a la izquierda. Capas de bruma parecen cubrir el polo Norte.

Otra vista del Olympus Mons desde otro ángulo. Los otros volcanes de Tharsis se aprecian en el horizonte a la derecha, marcados por formaciones nubosas en sus cimas.

Las formaciones nubosas son aquí más evidentes.

Fobos cruzando por delante el disco de Marte.

 
Syrtis Major y el horizonte de Marte, en una serie de imágenes tomadas en Septiembre de 2015.
 
Nubes junto al volcán Arsia Mons.

Ascraeus, Pavonis, y Arsia Mons, los 3 volcanes que coronan Tharsis. Cerca de este último vemos nubes concentradas en sus laderas.

Valles Marineris, desde la distancia y desde lo suficientemente cerca para ver su interior.

El cráter Gale, donde se encuentra Curiosity. Aunque Mangalyaan no detectó Metano, el rover si que lo hizo, delatando que el instrumento de la sonda no es lo suficientemente sensible.

Las observaciones de Mangalyaan. En rojo, las realizadas por su cámara en color, en verde las de su detector de metano, en azul su espectrómetro infrarrojo, y en naranja las del Fotómetro Alpha Lyman, que mide los niveles de Hidrógeno y Deuterio en la atmósfera. 

Fun with a new image data set: Mars Orbiter Mission's Mars Colour Camera

MOM's Second Anniversary at Mars

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