miércoles, abril 18, 2018

Las lágrimas de los mundos perdidos

 
Almata Sitta, el meteorito esconde diamantes formados en un planeta hoy desaparecido.

Nuestro Sistema Solar tiene actualmente 8 planetas reconocidos como tales, además de innumerables planetas enanos y, quizás, un 9º planeta por descubrir. Son todos los que existen, pero no todos los que existieron. En realidad todos ellos,Tierra incluida, son básicamente los supervivientes de una terrible batalla, de un caos primordial de creación y destrucción, donde solo los más fuertes, y posiblemente los más afortunados, tuvieron un futuro. Muchos se quedaron por el camino, potenciales Mercurios y Martes, a que nunca fueron, que no tuvieron la oportunidad de ser. Y ahora tenemos una evidencia directa de esto último. 

En 2008 un pequeño asteroide de unos 4 metros de diámetro se desintegró sobre los cielos de Sudan, del que se recuperaron unos 50 pequeños fragmentos, conocidos en conjunto como Almata Sitta (Estación Seis). Todos ellos ureilitas, un tipo poco habitual de meteorito pétreo con diamantes de tamaño nanométrico en su interior. Como se habían formando era una de los enigmas que rodeaban este hallazgo, y una de las opciones, sin duda la más intrigante, es que se formaron en el interior de mundos, hoy desaparecidos, del tamaño de Marte. Solo era eso, una opción entre varias más que no implicaban necesariamente esa circunstancia. Sin embargo posiblemente sea esta la correcta.

Y es que ahora un equipo de investigadores europeos liderados por el profesor Farhang Nabiei de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), ofrece datos que apoyan esa idea. "Descubrimos incrustaciones de cromita, fosfato, sulfuro de hierro y niquel dentro del diamante, con una composición y morfología que solo se pueden explicar si se formaron a  presiones superiores a los 20 gigapascales", explican Nabiei y su equipo."Estas presiones indican que el cuerpo padre de esta ureilita fue un embrión planetario con un tamaño entre el de Mercurio y Marte".En resumen, que el cuerpo original de Almata Sitta nació en el interior de un planeta de gran tamaño, que vio su nacimiento fatalmente interrumpido por una gran catástrofe, posiblemente por la colisión con otro mundo perdido.


Alma Sitta es una triste historia, la de un planeta que nunca tuvo la oportunidad de ser lo que podía haber sido, otro Mercurio, otro Marte. El destino jugo en su contra, como con muchos otros de sus hermanos, destruidos para alimentar a los supervivientes. Porque el nacimiento del Sistema Solar, lejos de ser un algo ordenado y tranquilo, fue el caos y la destrucción, del que finalmente salieron los ganadores que hoy conocemos, y en el caso de la Tierra, que habitamos. Pero solo tenemos que mirar la Luna y sus grandes cráteres, para ver que incluso nosotros estuvimos en el filo de la nada. Bien pudieron haber sido nuestros diamantes, nuestras lágrimas, los que un día hubieran terminado en la superficie de otro mundo.

Microfotografía electrónica y mapas de composición de las incrustaciones de diamante en la ureilita, donde se muestra el hierro (Fe) en azul y el azufre (S) en rojo.

Fragmento negro del meteorito Almahata Sitta encontrado en el desierto de Nubia al norte de Sur.

Un meteorito esconde diamantes de un planeta perdido
  
Un meteorito cargado de diamantes vino de un 'planeta perdido'

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